La Plaza, s/n
San Pedro de Romeral
Telf: 942 59 55 93
Hace cuarenta años empezó a trabajar Estanislao Fernández, padre del actual propietario...
Informacion adicional
- Tipo de producto Barquillos y galletas
- Venta directa SI
- Dirección postal Barrio Casuso s/n 39691 Soto Iruz (Cantabria)
- Teléfono 942 59 60 33
- e-mail tanisf@terra.es
Situados estratégicamente en el corazón de Cantabria, a un paso de Santander y de las playas de la costa cántabra, los Valles Pasiegos son un destino turístico de calidad y tranquilidad en la naturaleza. Esto es por su paisaje, singular y sorprendente, resultado de la interacción del hombre con la naturaleza durante más de cinco siglos. Y sus pueblos tranquilos, como las tres villas pasiegas, con un estilo de vida pausado y tradicional, testimonio de la historia y cultura pasiegas. Las huellas de su pasado todavía están presentes en sus calles, con sus casonas y palacios, símbolos de un esplendor lejano preservado por sus gentes como legado para el futuro. Es una realidad el disfrute del entorno rural, con rutas, caminos y senderos verdes; paseos culturales, posadas y alojamientos, cabañas pasiegas, cuevas prehistóricas, deportes tradicionales, actividades en naturaleza…. Y una exquisita oferta gastronómica. Otro de los aspectos que dota a la Comarca Pasiega de su gran singularidad es la amabilidad de sus gentes, auténticas y hospitalarias, que reciben al turista con sencillez y amabilidad.
un proyecto familiar, un reto apasionante de Asier y Miriam en el que vuelcan su esfuerzo, ilusión y conocimiento
Informacion adicional
- Tipo de producto Vino
- Venta directa SI
- Dirección postal Barrio Cotorral, s/n 39699 Castillo Pedroso (Corvera de Toranzo)
- Teléfono 629 473 755
- e-mail comercial@seldaiz.com
La cabaña, célula del hábitat disperso:
La cabaña pasiega es ante todo un edificio funcional concebido para la atención del ganado. Se estima que unas 10.000 cabañas se reparten en las cabeceras de los tres ríos pasiegos de Cantabria.
Los tipos constructivos más comunes se consolidan en el entresiglos del XVIII-XIX de modo que el edificio más habitual presenta planta rectangular, con 11 metros de desarrollo de fondo y una anchura de 6,80 metros, de mampostería o sillarejo, puertas rasgadas (sobre marco de madera, con jambas sin esconce), pequeños vanos y fachada de puertas contrapeadas en el muro corto, perpendicular al caballete.
Sencillez estructural y estética:
El sistema sustentante es sencillo: postes apoyados en peana y culminados en zapatas de madera que dan soporte a dos grandes vigas longitudinales, el petral en la planta baja, y la viga cimera en el payo, con un tillo de madera entre plantas. Sobre la viga cimera se unen los pares de cabrios que dan soporte a la cubierta. Ésta se forma por una tablazón de madera, una cama de ripia y el enlosado de lastras de arenisca. El acceso exterior suele hacerse a partir de una escalera de piedra sobre la fachada que se apoya en un muro de contención en el que se abre una pequeña hornacina o un borcil. Esa escalera culmina en un amplio descansillo denominado patín.
La división interna y la cabaña "vividora":
El interior de la cabaña tiene una distribución muy elemental, con la planta superior destinada a pajar y la inferior a establo. La cuadra cuenta con pesebreras adosadas a las gateras o muros laterales, elaboradas en gruesos tablones de roble, en los que se abren agujeros para fijar los peales con que "prender" o amarrar las vacas a las cebillas.
Se conoce como cabaña "vividora" aquella que ha sido dotada de algunas comodidades adicionales, toda vez que acoge un uso residencial más prolongado en las zonas bajas de las laderas. Su división interna es tremendamente elemental. Se establece en la planta superior un apartado enlosado, para evitar los incendios, sobre el que se dispone el lar, a modo de un brazo de madera insertado en el muro del que penden los utensilios de cocina sobre el fuego. El resto del espacio ocupado por la vivienda acoge algunas estancias separadas entre sí por una rudimentaria tablazón de madera, y no suelen disponer de más acomodo que un camastro acondicionado con hierba seca. Sobre la techumbre de las habitaciones se dispone entonces de un hueco, o payota, que se utiliza para guardar aperos.
Hasta nuestros días han llegado las cabaña pasiegas, construcciones típicas de estos valles con una estructura única y diferenciada del resto de edificaciones de montaña que suelen darse en el resto de la cordillera cántabra, concretamente en las zonas donde la economía se basa en la ganadería y el mundo rural.
Un tramo de la antigua vía del ferrocarril del Astillero a Ontaneda en Cantabria, motor de desarrollo comarcal desde comienzos del siglo XX, se ha adecuado como paseo peatonal entre las localidades de Sarón y Pomaluengo en los municipios de Santa María de Cayón y Castañeda.
Era un ferrocarril de vía métrica que estuvo en servicio desde 1902 hasta 1978. Favoreció el auge del turismo termal en Cantabria, en los balnearios de Puente Viesgo y Alceda, y colaboró en el desarrollo de la actividad ferial de la comarca al compatibilizar en su primera época el transporte de pasajeros con el de ganado. El proyecto inicial, que nunca culminó, pretendía enlazar este tramo con la vía ancha del FF.CC. central de Aragón hasta Sagunto y Valencia con el punto de contacto en Calatayud.
A la derecha de la carretera, en dirección Burgos, la primera referencia del conjunto de construcciones nobiliares que han hecho de Alceda Bién de Interés Cultural desde 1985 es la casona y torre de los Ceballos. Fue construida por Don Pedro de Ceballos y Saiz de la Concha en torno a 1670, presenta una torre levantada sobre otra de época anterior y adosada a ella una vivienda de estilo montañés con porche columnado. La portada de acceso a la finca presenta el escudo de armas de Ceballos Cubillas.