Viernes, 28 de Octubre de 2011 12:12

El poblamiento pasiego

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El inicio del poblamiento pasiego es aún un misterio. No se sabe a ciencia cierta cuando esta singular estirpe de hombres y mujeres que tan hábilmente adaptaron sus vidas a las zonas más inhóspitas de la montaña cántabra, comenzaron a establecerse como tal, convirtiéndose ya en pasiegos. Los orígenes contrastados de este poblamiento hay que buscarlos en la única referencia histórica que supone un documento datado en el siglo XI, en el que el conde D. Sancho y su esposa Doña Urraca permitían a todos los habitantes dependientes de la abadía de Salvador de Oña disfrutar libremente de las tierras que conforman lo que hoy conocemos como Pas.

Precisamente el término pasiego se comenzó a acuñar para denominar a este grupo humano tomando como referencia las tierras donde moraban en un principio, el territorio del Pas. Posteriormente fueron extendiendo la superficie de terreno que ocupaban para llegar a poblar por completo la zona que comprenden las cuencas de los ríos Pisueña, Pas y Miera.

En su adaptación al medio en que se asentaron, la comunidad pasiega levantó cabañas y fincas cercadas en un modelo edificativo simbiótico con el medio natural. Al levantar estas edificaciones el pueblo pasiego convirtió el paisaje en patrimonio y recurso económico a un mismo tiempo. Patrimonio porque se da un mimetismo de la cabaña con el paisaje, y pos u valor histórico; y económico porque constituyeron una parte importante de su actividad financiera principal, la ganadería.

Los cabañales y las cabañas pasiegas conforman, sin duda, los elementos más representativos del poblamiento pasiego, caracterizado por la dispersión como seña de identidad. Gracias a ellas se formaron ecosistemas y paisajes, sistemas productivos y económicos, modelos sociales, y en definitiva el carácter y la identidad de un pueblo.

Rutas para entender la historia
Esta idiosincrasia del pueblo pasiego está plasmada en algunas de las rutas de senderismo que pueden disfrutarse por la Comarca. Esto se debe a que el turista es testigo directo de una manera concreta de redistribuirse, de reorganizar el espacio, que da prioridad al aprovechamiento más racional y completo de los recursos que la naturaleza pone a disposición de la población ganadera. Todo el espacio disponible se modificó en una dilatada tradición de ocupación humana que comienza en el siglo XVI y se apoya en la producción de leche, y en la cría de ganado bovino, en cuyo régimen los pasiegos son auténticos maestros.

Trayectos como La ruta de las Cabañas Pasiegas, algunas etapas de el GR 74, La Cabecera del Arroyo o las Praderías de Ruyemas son algunos de los recorridos más singulares que permiten contemplar y asimilar el característico poblamiento pasiego.

 

Ultima modificacion el Miércoles, 11 de Julio de 2012 15:22

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