Dicha explotación comienza su andadura en el año 2005 a raíz de una demanda de frutos del bosque y productos elaborados a nivel regional y nacional. Las plantas del arándano alcanzan una producción plena en el séptimo año de cosecha, la cual comienza a principios de junio hasta mediados de agosto, todo ello en función de la climatología y las variedades que allí se cultivan (unas son más tempranas que otras).
La fruta recolectada es vendida en fresco en plena temporada, siendo asimismo envasada en forma de mermelada la producción restante. La plantación se encuentra en trámites para la pertenencia al Consejo Regulador de Agricultura Ecológica (CRAE), por lo que está sujeta a las normas del mismo, utilizando las técnicas y métodos más rigurosos; determinantes de un producto plenamente natural y ecológico de máxima calidad. Por el momento la producción se encuentra en expansión y a medida que avanza el tiempo se va avanzando la producción; por lo que no existe una cosecha fija.
En diferentes comarcas de Cantabria, varios jóvenes agricultores han iniciado la producción de "pequeños frutos" y establecido pequeñas industrias artesanas de elaboración de mermeladas. Ello está generando la aparición en el mercado de productos elaborados de alta calidad. A raíz de tales hechos surge la explotación agrícola "La Espina" ubicada en el barrio de Bustantegua en Selaya, a escasos metros del Santuario de la Virgen de Valvanuz.